Receta tradicional y apetecible en verano, sin más secreto que unos buenos ingredientes: cuanto mejores tomates, mejor pan o mejor aceite, más rico saldrá.
En una batidora de vaso eché los tomates y añadí medio pimiento italiano, dos dientes de ajo, un trozo de pan blanco del día anterior, cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra y media de vinagre y una pizca de sal. Lo trituré hasta obtener una crema suave y lo dejé enfriando en el frigo hasta el momento de tomarlo.
Mientras tanto, puse a cocer un huevo y corté un poco de jamón serrano. Serví el salmorejo en unos cuencos y repartí por encima el huevo picado y el jamón.
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