
La preparación de esta ensalada comenzó en la tienda de alimentos de IKEA, en la que un amigo me regaló un bote de salsa de rábano picante. Al llegar a casa pensé en estrenarla con una ensalada y me decidí por esta receta aprovechando que tenía remolacha en la nevera.
Utilicé, para dos personas:
- Dos patatas medianas peladas y cortadas en cuadritos
- Dos remolachas cocidas de las que vienen envasadas al vacío
- Una lata de caballa en aceite de oliva
- Un puñado de hojas de espinacas
Y para el aliño:
- Una cucharada de salsa de rábano picante
- El zumo de medio limón
- Medio yogur natural
Lo primero que hice fue hervir las patatas en abundante agua con sal. Las tuve veinte minutos hasta que estuvieron blandas, las colé y las dejé enfriar. También corté en daditos la remolacha y saqué de la lata los filetes de caballa con cuidado de no romperlos.
Mientras tanto, preparé el aliño mezclando bien la salsa de rábano, el zumo de limón y el yogur.
Para servir, utilicé como base las hojas de espinacas y encima fui colocando el resto de ingredientes. Terminé con el aliño.
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