Los ingredientes que utilicé, para dos personas, fueron:
- Dos zancas de pollo troceadas
- Una cebolla
- Dos patatas grandes
- Una manzana pelada, sin corazón y cortada en rodajas
- 70 gramos de morcilla
- 400 ml de caldo de pollo
- Harina
- Mantequilla
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
A continuación añadí el pollo y lo freí por ambos lados durante unos minutos. No lo tuve mucho tiempo ya que más tarde iría al horno. Lo reservé junto a la cebolla.
El siguiente paso fue poner en la base de la olla una capa con la mitad de las patatas cortadas en rodajas muy finas, las cubrí con la mitad de la cebolla y encima coloqué los trozos de pollo. Puse otra capa con las rodajas de manzana y la morcilla deshecha. Por último repartí el resto de la cebolla y tapé todo con las rodajas de patata restantes.
Salpimenté, añadí el caldo, tapé la olla y la llevé al horno precalentado a 180 grados. Lo tuve horneando durante 80 minutos y retiré la tapa para añadir una cucharada de mantequilla. Lo dejé en el horno, ya destapado, 20 minutos más y listo.
Lo serví en plato hondo.
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