Las gachas dulces son un postre tradicional en la provincia de Jaén (no sé si en otros lugares también, quizá con alguna variación en la receta) y se preparan el Día de Todos los Santos. Yo llevaba varios días con antojo y hoy encontré el momento de hacerlas.
Los ingredientes que utilicé fueron:
- 1 litro de leche entera
- 200 ml. de aceite de oliva virgen extra (una taza)
- La misma taza, llena de harina de repostería
- Dos tazas de azúcar
- Una taza de anís dulce
- La piel de medio limón (dos trozos)
- Media rama de canela
- Una rebanada de pan blanco
- Una cucharadita de matalahúva
Comencé calentando la leche en un cazo a fuego medio con la ramita de canela y un trozo de piel de limón. Mientras se calentaba, puse en otro fuego una olla con el aceite de oliva y cuando cogió temperatura añadí el otro trozo de piel de limón. Lo tuve un par de minutos y lo retiré.
En ese mismo aceite eché la taza de harina con cuidado de que no hiciera grumos. Removí bien con las varillas hasta que se formó una pasta suave y homogénea (sin que llegase a quemarse). A partir de ahí, fui incorporando poco a poco la leche que tenía calentándose, sin dejar de remover y con el fuego suave.
Cuando ya había echado toda la leche, añadí a la mezcla el azúcar y el anís. Desde ese momento, tuve la olla a fuego suave durante 45 minutos, casi sin parar de remover para que las gachas no se pegasen mientras iban espesando.
Pasado ese tiempo alcanzaron la textura perfecta, parecida a la de una bechamel suave. Retiré la olla del fuego y repartí las gachas en seis cuencos.
Mientras se enfriaban un poco me puse con el toque final. Corté la rebanada de pan en cuadraditos y los freí en una sartén con un par de cucharadas de aceite. En cuanto el pan comenzó a tostarse, añadí a la sartén la cucharadita de matalahúva, removí bien y saqué los trozos de pan a un plato con papel absorbente.
Antes de llevar a la mesa, repartí unos cuantos picatostes en cada cuenco.
Comentarios