Listas

 


Repasaba hoy varias listas con las mejores películas de la historia y creo haber visto casi todas. Algo parecido me pasa con los mejores álbumes de música o con aquellas novelas consideradas imprescindibles: he escuchado o leído la mayoría, con más o menos entusiasmo.

Al contrario, de la lista anunciada ayer con los 50 mejores restaurantes del mundo no he visitado ninguno. Tampoco ampliándola a 100. Y ni siquiera aspiro a conocerlos, salvo cambios inesperados en mi fortuna.

Y aunque la comparación merece algunos matices, sí parece mostrar que la alta cocina está más cerca del lujo y el elitismo que de la gastronomía y la cultura. 

Y creo que es algo que todos, profesionales, críticos y clientes, deberíamos tener presente.

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